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El fin de la Pobreza I
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Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.
Benjamín Disraeli
Vivimos en un mundo con mucha inequidad, existen muchos estudios sobre las proporciones y geografía de la pobreza y riqueza y el punto de coincidencia de esta información es que menos de un 1/3 de la población obtiene aproximadamente el 60% de la riqueza mundial, mientras 2/3 de la humanidad viven con el otro 40%. Pero no quiero enfocarme en hechos y realidades que muchos sabemos y nos provocan irritación, impotencia y un sentido de revancha que en pocos casos sirve para cambiar las cosas.
Hoy quiero mencionar que estamos ante una oportunidad única en la historia humana de crear riqueza y reducir las inequidades y la pobreza extrema, aumentando la calidad de vida de muchos seres humanos. A través de la convergencia de nuevos medios de comunicación y transporte, el avance de las tecnologías de la información, la conformación de marcos comerciales y económicos con mayor libertad de trabajar entre iguales, no importando la geografía ni la distancia; todo esto prepara un escenario en el que el mundo se hace pequeño a la hora de colaborar, la tierra se aplana (en http://www.martinezroca.com/minisites/latierraesplana/leer_libro.htm) brindando oportunidades muy semejantes a todas las personas, tanto de innovar, crear riqueza y desarrollo social en nuevas formas (en http://www.marcialpons.es/fichalibro.php?id=100795935). Podremos ver en los próximos años, varios episodios semejantes a la historia épica de David y Goliat, en los que pequeñas empresas, o individuos organizados, estarán compartiendo los mercados con éxito al lado de gigantes empresariales, trasnacionales e incluso países.
Para participar activamente en esta nueva economía (en http://www.agapea.com/La-revolucion-de-la-riqueza-n622615i.htm) uno de los pilares fundamentales es la educación, en un sentido más amplio que solamente aportar información o instrucción básica, sino preparando ciudadanos del mundo dotados de mayores competencias intelectuales, sociales, tecnológicas, pero también con un sentido ético que le invite a una mayor solidaridad y respeto por los otros y por el entorno en que vivimos.
El día de mañana comentaremos sobre algunas de las propuestas del célebre economista, autor y asesor Jeffrey Sachs y el recientemente galardonado con un premio Nobel Muhammad Yunus. Ellos nos muestran ideas y ejemplos concretos, que si nos lo proponemos es posible abatir la pobreza, caminando hacia un mundo más próspero y más seguro.
Sergio Moreno Ibarra
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Hola Sergio,
¡Cómo me gusta esta reflexión! Particularmente, me gusta mucho cómo enfocas la solución del problema de la pobreza hacia la educación y cómo le confieres a la misma el carácter que le corresponde, con la propuesta de no concebirla como la mera instrucción o información, sino como la participación para contribuir al perfil de personas con mayores competencias y mejores actitudes y valores.
¿Utopía? No lo creo…pero sí reconozco que, en esto, hay todavía mucho camino por andar. La Educación no es un «servicio» que deba ponerse en manos de administradores, políticos o empresarios, sino de quienes verdaderamente comparten el auténtico sentido de lo que es educar. De lo contrario, seguiremos en el rezago con discursos impresionantes y atractivas promesas, pero débiles acciones y aún peores resultados. ¡Qué lástima!
Gracias por brindarnos este espacio de reflexión. Felicidades nuevamente.
Norma.